La historia detrás del álbum "The Wall" - Pink Floyd
Actualizado: 5 jun 2020
Paulina Santamarina

En 1979 Pink Floyd, la banda de rock inglesa, explotó el alcance de la narrativa musical a través de su álbum The Wall. En un solo disco, la banda logró entretejer una historia lineal cuyo relato abarcaba distintos aspectos y problemáticas de la época y la combinó con incursiones en el terreno musical que hasta entonces no habían sido del todo comunes. El disco posee una narrativa sumamente compleja que permite una identificación a nivel personal y global. Se trata de una historia fantástica y autobiográfica, familiar y política, emotiva e irracional.

The Wall narra la historia de Pink, un músico que lleva una vida llena de conflictos y momentos de tristeza profunda que lo dirigen eventualmente a la alienación, al aislamiento, y a la locura. El muro mencionado en el título es el hilo conductor de la historia. Cada tragedia en la vida del personaje representa un ladrillo en la barrera mental que crea poco a poco y con la cual se protegerá de la realidad y se desentenderá de la sociedad y de la vida misma.
Pero a pesar de que Pink es un personaje fantástico, gran parte de su vida está basada en la del cantante y líder de la banda, Roger Waters. La idea del concepto de The Wall surgió a partir de una desconexión que éste experimentaba con su audiencia, pero fue la pérdida de su padre durante la Segunda Guerra Mundial la que sirvió para idear la vida de Pink. En Another Brick in the Wall Pt. I, por ejemplo, Waters expresa que el vacío que su padre dejó con su partida fue el primer motivo para construir el muro: “Daddy, what did you leave behind for me? All in all it was just a brick in The Wall.”
Después, está el rechazo de Waters hacia el sistema educativo tradicional y hacia los profesores que percibe como autoritarios, y Pink expresa el control bajo el cual fue sometido de niño en las canciones Happiest Days of our Lives y Another Brick in the Wall Pt.2. Otro tema que Waters proyecta en su personaje ficticio tiene que ver con la relación que tenía con su propia madre. El cantante, como Pink, creció con una madre sobre protectora que forjó una relación de co-dependencia que, como resultado, hace que este último se vuelva sumamente inseguro y frágil. En Mother, Pink le pregunta sobre cómo actuar y su madre le responde con letras que aparentan ser consejos de una madre amorosa pero que, más bien, hacen patente un sin fin de miedos e inseguridades que ella le pasa a su hijo: “Mama’s gonna put all of her fears into you. Mama’s gonna keep you right under her wing, she won’t let you fly (...) Of course mama’s gonna help you build The Wall”.

En la narrativa de The Wall, posteriormente, Pink es abandonado por su esposa, y esto guarda cierta relación con Waters puesto que éste se divorció durante la época en la que se grabó el disco. En la canción Empty Spaces, Pink trata de llenar el espacio vacío mencionado en el título con otras mujeres y pasiones efímeras, lo cual se ve también en Young Lust y One of my Turns. Eventualmente, Pink pierde la cabeza por la traición y la pérdida, y así surge la canción Another Brick in The Wall Pt. 3, donde Pink dice: “Don’t think I need anything at all. All in all it was all just bricks in The Wall”. Para entonces, el personaje está harto de su vida y ha tomado la decisión de aislarse por completo.
La segunda parte del disco, sin embargo, trata una relación biográfica muy distinta a la que se expresa en la primera. Tras finalizar el muro, Pink cae en una depresión total, queda atrapado en el mundo de las drogas, y poco a poco comienza a volverse loco. Esta parte está basada en cierta medida en Syd Barret, un ex miembro de la banda que fue excluido debido a su adicción a las drogas y su eventual colapso mental. Los tonos psicodélicos, las letras oscuras y el delirio expresado en las canciones son un reflejo del fantasma de Barret. Hey You, Is There Anybody Out There?, Nobody Home y Comfortably Numb reflejan el desgarrador sentimiento de la soledad, depresión, adormecimiento y desesperación de esperar que alguien desde afuera del muro lo rescate. En la canción The Trial, Pink expresa como se ha vuelto loco con la repetición del verso: “Crazy, over the rainbow. I am crazy. Bars in the window”. Después de construir el muro, Pink nos muestra el tristísimo y lento proceso de su corrosión mental, el cual se asemeja al caso de Barret.
Es entonces donde la narrativa da un giro importante. En In The Flesh, Pink se convierte en un dictador durante sus conciertos, y es por su desentendimiento de la sociedad y de la audiencia que se vuelve apático y comienza a controlar al público a su gusto. Este momento refleja los ciclos de vida donde el oprimido se convierte en opresor y cae en una radicalización. Pink, según la historia de The Wall, perdió a su padre a manos de Adolf Hitler, un dictador fascista al cual la banda alude, por ejemplo, en Waiting for the Worms con frases como: “Waiting for the final solution” y “Waiting to turn on the showers and fire the ovens”. Entonces, Pink se convierte en lo que asesinó a su padre y en lo que causó su propio decaimiento mental, demostrando así los ciclos de la vida y el camino a la psicosis.

A pesar de que el álbum está contextualizado en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial y se basa en la historia específica del personaje, es importante resaltar que las temáticas de autoritarismo, paternalismo, la falta de individualidad y la creciente alineación, el abuso de la autoridad y el consumismo, son tan solo algunos de los elementos frecuentes que surgen en las canciones de The Wall a manera de crítica y que, hoy, siguen estando presentes en los distintos gobiernos del mundo. Goodbye Blue Sky, por ejemplo, representa la tragedia que padecen los civiles, independientemente de su contexto, a expensas de la guerra. Bring the Boys Back Home es un llamado a reunir con sus familias a todos los soldados que han tenido que ir a pelear a una guerra. Another Brick in the Wall Pt.2 sirve como una crítica a la alineación y a las masas, donde las autoridades pretenden controlar a su población a través de la formación de un pensamiento uniforme. Entonces, la narrativa del álbum posee un sentido paralelo; no solo es una historia fascinante, sino que también implica una serie de críticas que pueden moldearse a distintas situaciones en el mundo.
The Wall es una obra maestra que apela a problemáticas tanto a nivel individual como global, ya sea porque podemos identificarnos con la trágica historia de Pink o con las críticas sociales que hay detrás, mismas que van actualizándose según la época y el lugar. También, es una demostración de la corrosión interna del ser humano y un comentario sobre como de ahí se deriva la violencia externa. The Wall no es solamente un gran recuerdo de los 70’s, es 26 canciones y 80 minutos de puro fenómeno trascendental.
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