El país otra vez en las manos del PRI

El PRI es como el sarampión: ya no te va a matar, pero es muy molesto y quitártelo de encima es una bronca.
Aunque hoy está muy venido a menos, el PRI, en particular en lo de la reforma eléctrica, todavía tiene a México agarrado por las patas.
Morena impulsa una reforma eléctrica que empoderaría denso a la CFE, que le cerraría la cancha al sector privado. El PAN y el PRD se niegan a pasarla en la cámara de diputados y la de senadores.
Pero para Morena sería suficiente que el PRI le diera el visto bueno, y ese partido se ha vuelto el comodín.
Así las cosas
Todo el año pasado el asunto de la reforma eléctrica fue una bronca. El bebé viejito presidente la impulsó más o menos en marzo y luego luego los panistas y perredistas dijeron que ni madres.
Pero el PRI, liderado por Alejandro Moreno, no contestó tan rápido. Los del partido diabólico dijeron que lo iban a pensar.
Se dividió el Revolucionario. Algunos jalaban a lo que proponía el bebé anciano. Otros decían que tirarle paro a AMLO sería la muerte.
Pero a Morena le urgía que se le aliaran los del partido dinosáurico.
En la cámara de diputados se necesitan 334 votos (mayoría calificada, que es dos tercios de la cámara) para que pase una propuesta así. Morena y sus cuates (el bloque conservador que se hace pasar por liberal) tiene 277 votos asegurados.
El PAN y compañía (bloque de plano nada más conservador) tiene 200.
Pero si el PRI, con 71 diputados, le compraba el chiste a Morena, el partido del presidente lograría 348 votos y se armaría la reforma. Algo muy parecido pasaría en la cámara de senadores.
Siguieron creciendo las tensiones al interior del Revolucionario y dentro de la alianza diabólica (PAN-PRD-PRI).
Pero al final los salvó la campana. Presiones de Ken Salazar (embajador de Estados Unidos en México) y otros gringos interesados en el asunto detuvieron el intento de reforma. Morena la pospuso.
Ahora se han calmado las aguas. Morena otra vez está impulsando la reforma y las cosas van a arrancar en donde estaban. Y, como ya pasó tantas veces en México, uno de los asuntos más importantes para este país lo va a decidir el PRI.
Todo lo que tienes que saber
En 2013 Enrique Peña Nieto hizo su propia reforma energética, que entre otras cosas abría el mercado para que le entraran compañías privadas. Ahora la de AMLO busca echar todo eso para atrás.
Los de Morena proponen que la CFE controle la mayoría del mercado eléctrico, que tengan monopolio sobre el abastecimiento y la distribución.
Quieren cancelar la CRE y la CNH, que son comisiones reguladoras. Quieren eliminar los certificados de energía limpia que se le daban a los que generaban electricidad de forma verde.
Los del PRI quieren que las discusiones de la reforma se hagan en septiembre u octubre. Morena las quiere para ayer.
Uno de los priístas que va a decidir qué pasa es Rubén Moreira, líder de la bancada del partido en la cámara de diputados. Fue gobernador de Coahuila, hizo escalar la violencia en el estado y su hermano, que gobernaba antes que él, estuvo prófugo años por corrupción y vínculos con el crimen organizado.
Rubén, como sólido priísta, también tiene muchas acusaciones de corrupción. Y nunca quiso investigar a su hermano Humberto. Lo que hace el amor fraternal.
Alguna vez el PRI partió el queso en México. Tenía a partidos satélite, menores, organizaciones chafa como el Verde que le hacían el mandado.
Ahora el revolucionario está peligrosamente cerca de volverse satélite y hacerle el mandado… a un vato que diario se queja del PRI.
Las vueltas que da la vida.