El caballero de la noche vs. Batman

Sí, sí vengo a enfrentar a los dos Batmans. Me disculpo por este tipo de reseña enemistosa, pero no me pude quedar así. Y es que tuve tres horas de película de Matt Reeves para extrañar a Nolan.
Recapitulemos rápidamente. The batman (2022) se estrenó recientemente bajo el sello de Matt Reeves /Peter Craig y está protagonizada por nuestro vampiro favorito, talentosísimo actor de The Lighthouse, Robert Pattinson. The Dark Night (2008) es la segunda película de la trilogía de Christopher Nolan, protagonizada por, el no menos talentoso y guapo, Christian Bale. De una vez aclaro que lo que voy a comparar no son las actuaciones, pues Pattinson no me decepcionó en lo más mínimo.
Ahora, lo que sí voy a comparar es el tratamiento del personaje por los directores que es lo que me hizo extrañar a Nolan. Reeves, sin darse cuenta, destruye la riqueza y complejidad de Batman para convertirlo en un súper héroe talla Marvel, cuando la genialidad del personaje era, precisamente, que NO era, ni quería ser un héroe. No hay nada más cursi/gringo/mesiánico que la escena en la que Batman guía al pueblo de Gotham a través del agua con su antorcha de luz roja. Por más bella que sea la toma visualmente, le resta toda la potencia a la figura del murciélago como algo que escapa la luz, es decir, como algo que se mueve en las sombras del sistema. En esta escena climática, el personaje es engullido por el mismo sistema simbólico contra el que lucha. Se convierte en una figura reconocible, en un símbolo fijo. Y el monólogo final solo recalca que lo que estamos viendo es un “crecimiento” moral en el que el personaje se da cuenta que ser un referente de esperanza y libertad es mejor que luchar por venganza (un poco más de adoctrinamiento gringo ¡yupi!). Encima, hay otros momentos en la película en los que Batman se subsume al centro hegemónico. Uno de los más claros es cuando se reivindica para él, en voz de Alfred y bajo un argumento moralista, la figura de Thomas Wayne, epítome de las intersecciones entre el poder político y económico.
En cambio, creo que Nolan tenía clarísimo que la potencia de Batman y, también su debilidad (por lo que debió morir en la tercera película pero cuando llegó el momento al director se le hizo el corazón de pollo, se vale), era su posición limítrofe. El Batman de Nolan, al igual que sus villanos, juega con la posición del significante vacío. Tan es así que en El caballero de la noche hay ciudadanos que intentan tomar su lugar como Batman. Ser un significante vacío es lo que le permite circular entre el adentro y el afuera del sistema, entre ser Bruce Wayne y ser Batman, entre tener los medios para hacerse de armas/tecnología de punta y poder usarlas como agente individual independiente al Estado. Por otro lado, es lo que habilita la lucha ad infinitum, con otros significantes vacíos, como el Joker, que en lugar de aproximarse al límite y transitarlo, acogen todo aquello que es excéntrico. Además, hay que notar que las luchas de Nolan son más retadoras para el espectador, con acertijos más inteligentes y respuestas de Batman más ágiles que las que plantea Reeves (¿elrataalada? ¿Tiene un batimovil pero no google translate?). Pero bueno, a lo que voy es que transitar ese límite es lo que le permite visibilizar la violencia que se inflige al trazar dicha línea simbólica desde el adentro. Utópicamente, también le permite abrirla o al menos hacerla más porosa. En suma, es todo lo que le otorga razón de ser al personaje. Puedo afirmar que Nolan fue consciente de todo esto porque lo explicita de manera impecable en el último monólogo de esta película (mismo formato que Reeves, resultado totalmente distinto):
“BATMAN: "You either die a hero, or you live long enough to see yourself become the villain." I can do those things, because I'm not a hero, not like Dent. I killed those people, that's what I can be.
GORDON: No, you can't! You're not!
BATMAN: I'm whatever Gotham needs me to be. Call it in.
…
GORDON: So, we'll hunt him, because he can take it. Because he's not our hero… He's a silent guardian. A watchful protector. A Dark Knight.”
Me perdonará Reeves, pero esto sí es un cierre. En fin, solo quiero decirles que estoy harta de la repetición del discurso patriarcal gringo y que me gustaría que nos hubiéramos dado por servidos con la trilogía de Nolan (que también tiene lo suyo de gringo y patriarcal, pero desde un lugar un poco más interesante y retador por aquello de las posibilidades que plantea). Cualquier queja, discusión o sugerencia nos podemos enfrentar en los comentarios.