Dolores Huerta: ¿olvidada en el movimiento agrícola californiano?

Este artículo pretende reivindicar la figura de Dolores Huerta porque normalmente no se le menciona como par de César Chávez, sino como un personaje secundario en la lucha agrícola chicana en California. Es cierto que Dolores Huerta no hubiera tenido el mismo impacto sin César Chávez; sin embargo, lo mismo funciona para el otro. César Chávez debe gran parte de su legado a la colaboración con Dolores Huerta.
Entrando en materia, ella nació en Nuevo México en 1930. Su padre fue minero, sindicalista e incluso legislador, y esto le dio suficientes bases para interesarse por los movimientos sociales. Por su parte, la madre de Dolores Huerta fue una mujer trabajadora que sacó adelante a su familia. Además, su madre se convirtió en activista de la comunidad. Su madre tuvo un segundo matrimonio que llevó a su familia a la clase media.
A diferencia de otros personajes mexicoamericanos de la época, Huerta, tuvo una posición económica estable durante gran parte de su juventud. Esto le permitió terminar la preparatoria y tener un título de Community College, cosa que era poco común entre las mujeres mexicoamericanas. Ahí logró su título de profesora, pero solo ejercería brevemente.
En esta breve vida profesional, notaría las grandes deficiencias del sistema hacia los niños mexicoamericanos. Por esto último, Dolores Huerta se convirtió en activista y junto con César Chávez fundaron diversas asociaciones para defender los derechos laborales del campo en la que resalta la UFW (Unión de Trabajadores Agrícolas, por sus siglas en inglés).
La labor de Dolores Huerta fue fundamental para el establecimiento de la UFW. En primer lugar, por su valiosa ayuda como cofundadora. En segundo lugar, por su labor como negociadora de contratos y fundadora del departamento de negociaciones de la UFW. Cabe mencionar que todo esto lo hizo mientras era madre de once hijos.
Desgraciadamente, su labor no ha sido valorada en la bibliografía del movimiento sindical de los trabajadores agrícolas en California. Existen dos ejemplos claros de este punto. El primero, se encuentra en el libro publicado en 1976 “Aztlán: Historia contemporánea del pueblo chicano”. Lo que llama la atención de este texto es que existe una sección exclusiva para los grandes líderes chicanos. En esta sección se encuentra un relato de César Chávez y de cómo llegó a ser un líder del movimiento. Obviamente, él menciona en repetidas ocasiones a Dolores Huerta.
Sin embargo, la sección continúa con un capítulo de nombre “La lucha chicana” en el que el autor Rodolfo Acuña, doctor en historia por parte de la Universidad del Sur de California, le dedica una parte del capítulo específicamente a tres personajes y a una organización. Los personajes que se mencionan son José Ángel Gutiérrez, Reies López Tijerina y Corky González, mientras que la organización se trata de las Boinas Cafés.
Este es el ejemplo perfecto de una subyugación de la figura de Dolores Huerta. Es decir, nunca se le dedica un capítulo completo y solo es mencionada como personaje secundario en la narrativa de César Chávez. Falta darle el lugar que merece a Dolores Huerta.
El segundo ejemplo es, del mismo modo, interesante. Se trata del libro publicado en 1973 “Chávez and the farm workers” de Ronald B. Taylor. Es evidente que, al ser un libro que trata específicamente de César Chávez, la figura de Dolores Huerta debe pasar a un segundo plano. Sin embargo, a pesar de que se le menciona alrededor de 40 veces, no se le hace un espacio específico.
Parece ser que esta tendencia está a la baja. En el libro publicado en 2021 “El México de afuera” de David R. Maciel, se le da su lugar a Huerta junto a los otros líderes chicanos. Escribe Maciel “[los líderes chicanos] cimentaron las raíces y plasmaron las premisas fundamentales de La Causa. Estos dirigentes fueron César Chávez y Dolores Huerta en California, Reies López Tijerina en Nuevo México, Rodolfo Corky González en Colorado y José Ángel Gutiérrez en Tejas”.
A manera de conclusión, este artículo no se propone superponer la figura de Dolores Huerta, pero sí de darle su lugar como par de César Chávez. El simple hecho de poner a Dolores Huerta y a César Chávez como los grandes luchadores sociales de California, hace que se tome en cuenta a todas las figuras que pertenecen al movimiento chicano.
Bibliografía.
Bueno, Patricia y Maciel, David, comp. Aztlán: Historia contemporánea del pueblo chicano. México, SEP Setentas, 1976.
Maciel, David R. El México de Afuera. Historia del pueblo chicano. México: FCE, 2021
Rose, Margaret. “Traditional and Nontraditional Patterns of Female Activism in the United Farm Workers of America, 1962 to 1980.” Frontiers: A Journal of Women Studies 11, no. 1 (1990): https://doi.org/10.2307/3346700.
Taylor, Ronald B. Chávez and the farm workers. Boston: Beacon Press, 1973.