Cholas, quinceañeras y narcos: historias a través de una segunda piel
Alejandra de la De la Peña y Constanza Estrada. Arte de Sofía Castellón.
El primer acercamiento que tuvo Sofía Castellón con el mundo de la moda fue a través de la gimnasia. En este deporte observaba el contraste y balance de los movimientos. Ahora, para buscar inspiración, juega frente al espejo con diferentes métodos para alterar la forma del cuerpo (aros, globos, entre otros) y cómo cae la tela.
Así, disfruta de la versatilidad de las prendas y busca combinarlas de formas inimaginables. Pone como ejemplo los tejidos elásticos con los cuales se puede crear un mismo objeto que puede ser utilizado como un guante, una bufanda, una blusa o incluso una falda. Así ella concibe sus creaciones y crea su estilo personal.
Castellón busca referencias en la arquitectura y el arte para crear una moda del futuro. Sin embargo, sus referencias principales se encuentran en la cotidianidad chilanga, en cómo vive y se expresa la gente, en los rótulos y los colores vibrantes que se encuentran en la capital.
Física y conceptualmente, el montaje es un recurso recurrente en su trabajo, quizá porque ella lo utiliza para pensarse a sí misma desde sus orígenes multiculturales. Nació y creció en México, su madre es Estadounidense y su padre Boliviano. Actualmente estudia en Londres. Crear para ella es un proceso nostálgico; al estar lejos de su país, siempre busca conectar con sus raíces, tanto con su familia como con el contexto en el que creció.
A través de las prendas, la diseñadora busca contar historias extrañas, llenas de contrastes que le permiten explorar aspectos encontrados e incluso contradictorios de su cultura. Los looks encarnan estas narrativas. Además, Sofía utiliza este medio para expresar sus descontentos sociales. Por ejemplo, su proyecto Border Angels denuncia el maltrato a los inmigrantes en Estados Unidos. De este modo busca exponer realidades muchas veces ignoradas en un contexto eurocentrista.
El proyecto Mi Sexy Chambelán empezó como una forma de redefinir ciertos estereotipos asociados a la cultura Mexicana —el de la quinceañera y el del narco—. Para hacerlo creó una sátira protagonizada por una quinceañera que coopera con narcotraficantes para meter drogas a su fiesta. Al unir tejidos como el jersey (común y de uso rudo) y el encaje (delicado), saca a la luz las características de los dos mundos en diálogo y urde siluetas, casi absurdas, que podrían esconder lo que fuera, desde centros de mesa hasta varios kilos de cocaína. Esto nos hace pensar en nuestro México lindo y querido, en sus fiestas enormes que esconden actos de violencia de las mismas dimensiones.
Cholitas Lonely Hearts Club fue una exploración de la cultura de su padre. Inspirada por las Cholitas Escaladoras de Bolivia que suben los Andes en sus elegantes polleras, la artista busca retratar la fuerza de estas y todas las mujeres. También investigó sobre sus bailes y movimientos en el carnaval Boliviano. El resultado final es una silueta en la que congela, como una fotografía, un momento imaginario del baile que celebra el logro de esta escalada.
Sofía Castellon no pretende imponer su visión de Latinoamérica, sino compartir, en contextos ajenos, la realidad que ella percibe. Para ella la moda es una forma de arte, y en el futuro busca que sus creaciones un tanto escultóricas puedan volverse pret-a-porter. Actualmente estudia Diseño de Moda y Tejidos en la Universidad de Artes en Londres: Central Saint Martins.
Puedes seguir el trabajo de Sofía en su Instagram @chofi4.