Celest y los retos de la música alternativa en México
Paulina Santamarina

Para esos días de nostalgia y melancolía que nos quedamos mirando la lluvia por la ventana, con un cigarro y café en mano, la música de Celest es la compañía ideal.
El grupo independiente empezó en el 2014 en la Ciudad de México. A pesar de ser una banda joven, ha sido capaz de introducir en México el dream pop, un subgénero del rock alternativo que surgió en los 80’s y que se caracteriza por su estilo suave, atmosférico y ensoñador.
Según la banda, el nombre Celest hace alusión al universo, a los cuerpos celestes, al mar, la tierra y al color azul que transmite nostalgia y calma. En cuanto a su música, el uso de sintetizadores, arreglos minimalistas y sonidos armoniosos permite crear un ambiente relajado y fresco. Sus letras se basan en las experiencias de la banda, y por eso demuestran sentimientos sumamente auténticos que, por lo general, tratan temas amorosos y de dolor en relación con la naturaleza y los espacios etéreos.
Celest también ha logrado posicionarse como una importante propuesta en la escena independiente de México. Pero tener esa posición en el panorama musical también implica una gran cantidad de retos.
Uno de los retos del dream pop mexicano, por ejemplo, es escribir canciones en español:
“No es fácil componer en español y sobre todo en canciones de este tipo que buscan la armonía. Sonoramente, el inglés es menos agresivo, más redondo y puedes usar menos palabras (…) no puedes separar silábicamente las palabras como en el inglés (…) pero a pesar de eso, nuestro público es México”, dice la banda.
Aunque ha habido un crecimiento en las tendencias alternativas, no se puede ignorar que esto sucede en muy pocos estados del país. En México, los géneros dominantes en la cultura son la música regional o de banda, el pop y electrónico. Entonces, para los géneros alternativos o de contracultura, es sumamente complicado sobresalir.
A diferencia de países como Estados Unidos, en donde los géneros como el dream pop son mucho más reconocidos, en México hay un abismo entre la tocada de bar y las tocadas de mil personas: no hay un punto medio de desarrollo en el país.
Celest, al igual que otras bandas independientes, ha tenido que encontrar diferentes formas de introducirse en el escenario musical. A pesar de que no contaban con una disquera, de que había pocos espacios para presentarse y a través de un género tan diverso y complicado, se han creado un espacio importante en el corazón de México.
La banda ha realizado varias giras en México y obtuvo el premio de la Diosa de Plata por la mejor canción original cuando Fantasmas, su primer sencillo, fue elegido como soundtrack para la película Camino a Marte.
Tras 4 años de arduo trabajo, la banda es ahora representada por LOV/Recs y Tessellate Music Agency y Managers, los cuales han colaborado para impulsar sus últimos lanzamientos, incluyendo su más reciente sencillo, Llueve.
Celest, además de su gran talento musical, es un ejemplo importante de cómo en México solo se necesitan ganas y agallas para ir en contra de lo establecido. Por suerte para ellos y para nosotros, el grupo todavía no tiene límites que lo encierren. Ahora, solo queda escuchar su música, gozar de una experiencia auditiva única y seguir su trayectoria; no cabe duda de que están dejando su huella en el mundo de la música alternativa.